Símbolos del municipio
Escudo
Este escudo fue solicitado en 1964 al pleno del ayuntamiento por parte del alcalde, Estanislao Verdejo Dominguez. La solicitud estaba motivada porque el municipio no disponía de escudo propio que sirviese como sello oficial. Se le encargó la tarea del diseño al académico de la historia Justiniano Rodríguez Fernández el cual se encargó de realizar un estudio de nuestra historia para que quedase plasmada en el escudo resultante. En agosto de 1965 se presenta el boceto que aprueba el pleno para enviarlo al Ministerio de la Gobernación en febrero de 1966. El 13 de agosto del mismo año, queda autorizado en el B.O.E.
La heráldica del municipio quedó compuesta de la siguiente forma:
Un escudo partido en dos.
En la primera partición un nenúfar de plata sobre un fondo de sinople (verde).
En la segunda partición un jaquelado de quince piezas, ocho de gules (rojo) y siete de veros (representativo de los Quiñones).
Al timbre, una corona real.
El nenúfar acuático, con breves hojas verdes y alegres pétalos blancos, representa a la frecuente floración de las numerosas charcas de los Reguerales y el verde como único color que encaja en la representación de la tierra y el campo.
El jaquelado de los Quiñones representa al gran linaje que durante larga etapa estuvieron como señores en dicha comarca y en concreto en Laguna de Negrillos.
Para embellecer el conjunto suele representarse sobre un campo de pergamino en oro. La forma del escudo suele ser el francés moderno que es un escudo rectangular con punta en óvalo y apuntado. Al timbre siempre una corona real ya sea abierta o cerrada.
La talla que encontramos colocada en el edificio del ayuntamiento se instaló en el edificio anterior al actual, centrada en la fachada. Es un bloque pétreo de unos 50x30 cm y en el que se muestra el escudo con la representación de los colores heráldicos mediante lineas. Al timbre lleva una corona real cerrada.